“Hablo y no me escucha, ya no sé qué más hacer, igual deberíamos separarnos”, un testimonio habitual en consulta. Si te suena esta frase, sientes que no hay una escucha activa ni que se valora tu conversación, me gustaría decirte que es uno de los principales motivos por los que las parejas realizan terapia de pareja online. En este artículo exploraremos por qué sucede, qué podemos hacer a diario para reconectar y cómo avanzar hacia una comunicación en pareja genuina y respetuosa.
¿Por qué “hablo y no me escucha”?
Antes de plantear soluciones, conviene revisar posibles causas:
- Diferentes estilos de comunicación
Cada persona habla y siente según su educación, sus vivencias, su historia familiar y la gestión emocional que tenga. Si uno prefiere hablar en “calma y reflexión” y el otro “cuando hierve la emoción”, muchas veces el mensaje no llega. Echa un vistazo al artículo sobre estilos de comunicación para ser consciente de cuál tiene cada uno. Estoy segura de que puede ayudarte. - Falta de atención plena y distracciones
El vivir con el piloto automático, el uso o abuso del móvil, la televisión, las pantallas, las preocupaciones del trabajo… hacen que estemos medio presentes. Aunque te hablen, puede ser que tú ya estás pensando en otra cosa o que te encuentres distraída/o. - Desconfianza o inseguridad emocional
Cuando hay heridas pasadas, rencores o expectativas no expresadas, podemos estar a la defensiva: “me preparo para que te centres en ti” o “me callo antes que me rechaces”. En terapia de pareja me encuentro mucho la frase de «prefiero no decírselo porque sé la que me viene encima». La idea sería que pudiésemos hablar de forma libre y que nos apoyásemos durante el proceso. - Patrones emocionales antiguos
Quizás creciste en un entorno donde no se hablaba de emociones, o donde “gritar era dialogar”. Sin herramientas conscientes, esos patrones reaparecen en la pareja. Además, es muy común que en la familia no existiera esta gestión emocional, ¡ya bastante hacían con sobrevivir en muchos casos! Y me gustaría añadir que, incluso las familias que más tratan a día de hoy de cuidar, proteger y ayudar a sus hijos, no están libres de las interpretaciones que estos tengan de lo sucedido. ¿Qué quiero decir? Que los hijos pueden interpretar que los han sobreprotegido y cuando sean adultos, por ejemplo, les costará socializar o tomar la iniciativa. - Invalidación emocional
Cuando con frecuencia tus intentos de expresar algo han sido ignorados, minimizados o contestados con enfado, te acabas convenciendo de que no vale la pena seguir intentándolo. Muchas veces se dicen frases como «¡qué intensidad!» o «ya estás con lo mismo». Esto genera que ya no se quiera compartir con la pareja.
Estas dinámicas no son un algo irreversible de la relación, pero sí requieren atención, práctica y, en la mayoría de casos, guía externa.
Prácticas diarias para sentirse escuchados y conectar
Aquí te comparto algunas estrategias concretas que puedes incorporar desde hoy para mejorar la comunicación dentro de tu pareja:
Práctica | Qué implica | Beneficio |
---|---|---|
Escucha activa sin interrupciones | Dejar que la otra persona hable sin interrumpir, mirarla a los ojos, asentir, parafrasear (repetir lo que el otro dice). | Reduce malentendidos y genera seguridad de que te están comprendiendo. |
Frases en primera persona y con vulnerabilidad | En lugar de “tú nunca me escuchas”, decir “yo me siento solo/a cuando no siento que me prestas atención”. | Evita la actitud defensiva y abre espacio para que el otro pueda acercarse. |
Pausas emocionales | Si la conversación sube de temperatura, detenerse unos minutos, respirar, y volver cuando la tensión baja. | Evita que la emoción eclipse el mensaje. |
Reuniones periódicas de pareja | Reservar un momento (una vez a la semana, por ejemplo) sin distracciones para hablar de lo que siente cada uno, mirándoos a los ojos y sin pantallas. | Crea rutina de cuidado del vínculo, es tiempo de calidad real, consciente. |
Mirada gestual y no verbal | Importante mantener el contacto visual, cogerse de la mano, mantener cierta cercanía amable. | Refuerza la apertura y la escucha activa, el sentirse acompañada/o de verdad. |
Validación emocional | Reconocer “entiendo que te duela eso” aunque no compartamos la emoción o «siento mucho que te hayas sentido así, ¿cómo podemos ayudarnos?» | Es tan bonito y tan importante comprender la emoción del otro aunque no se comparta. Esto genera muchísima unión en la relación. |
Preguntas significativas | “¿Cómo te sientes últimamente?”, “¿qué necesitas para sentirte escuchado/a?” | Abre el espacio para que surja lo que no se ha dicho y a que ambos tomen consciencia de la situación actual. |
Registro de situaciones «gatillo» | Anotar qué frases o actitudes disparan reacciones fuertes en ti o en tu pareja, para explorarlas con conciencia. Pueden ser en el día a día, con o sin la pareja. | Permite que en terapia podamos explorar de dónde vienen, qué hace que te duela tanto y ayudar a que tu pareja también te acompañe en esas situaciones. |
Estas prácticas requieren una gran constancia. Por eso siempre digo que las relaciones de pareja hay que cuidarlas como si fueran una plantita. No llega con hablar una vez, sino que debe establecerse como un hábito dentro de la vuestras dinámicas.
Cuándo plantearse una terapia de pareja online
Si sientes que ya lo has intentado todo, que sigues sintiéndote invisible o incomprendido/a, es posible que la relación esté bloqueada desde patrones más profundos. Ahí es donde muchos optan por acudir a terapia de pareja online o presencial.
La ventaja de la modalidad online es que no dependes de tu ubicación, los horarios son flexibles, no tienes que andar corriendo de un lado para otro y mantienes la comodidad y la seguridad de tu hogar. En terapia de pareja lo que hacemos es identificar los patrones familiares, las creencias, las limitaciones, los miedos y los mecanismos automáticos que se han ido desarrollando en la relación para «callar», para evitar ciertas situaciones o que son puntos «gatillo» para atacar y defenderse.
Al ir a consulta de pareja reconocemos que buscamos apoyo, asumiendo nuestra responsabilidad por el vínculo, el proceso y abriendo la puerta al cambio. Es necesaria una actitud humilde, abierta y comprometida como parte del proceso.
Caso práctico de «hablo y no me escucha»
Recientemente en una sesión de terapia de pareja para mejorar la comunicación en pareja he tenido el siguiente caso:
Ella manifestaba: «es que cuando llego del trabajo quiero compartir cómo me siento y él no me escucha». Él se justificaba «es que después de todo el día, lo único que quiero es ponerme una serie o coger el móvil y desconectar».
En lugar de responder atacándose, defendiéndose o frustrándose, podemos probar las siguientes respuestas. Eso sí, ten presente que hay que poner límites también de forma asertiva y que hay que aprender a respetarlos. La otra parte no va a hacer siempre lo que queramos, ni tú tampoco. Las relaciones son una negociación constante:
- Comprender y llegar a puntos medios
“Sé que esto es importante para ti, pero necesito dejar de hablar durante un ratito. Dame media hora y lo hablamos» - Poner límites cuando no se puede
«Sé que es importante para ti, pero de verdad que hoy no tengo la cabeza. ¿Te parece si lo hablamos otro día?» Y se pueden dar un abracito comprensivo. - Validar emocionalmente
“Entiendo que sintieras eso, ¡menudo día de trabajo!”. «Comprendo que estés cansado, yo también, voy a la ducha y luego, ¿vemos algo juntos?» - Expresar tu propia emoción en primera persona
“Yo también me siento cansado y quiero vaciar la cabeza. ¿Te parece si primero me ducho, cenamos y luego compartimos?”. - Pactar una acción y tiempo concreto
“Sí, puedo escucharte un ratito, ¿te parece si lo reducimos a unos 10 minutos? Así sé que voy a poder mantener la atención y luego, descansamos».
La idea es llegar a puntos de acuerdo, que ambas partes os sintáis comprendidas y atendidas.
¿Os apetece un retiro de parejas?
Para quienes sientan que necesitan un espacio consciente, más profundo, lejos de la rutina cotidiana, quiero recordarte que este octubre, del 24 al 26, realizaremos el retiro de parejas Íntimas Conexiones en Galicia, en nuestro hogar.
Durante esos días realizaremos dinámicas vivenciales, meditaciones, ejercicios de conexión auténtica y permitiremos que los cuerpos hablen, se expresen, sin tanta mente racional. En este encuentro ofrecemos un espacio para:
- Desactivar la tensión acumulada y salir del piloto automático
- Vivir diálogos conscientes con mayor profundidad
- Reconectar con la intimidad perdida (emocional y corporal)
- Llevar herramientas prácticas de vuelta al día a día
- Sentir el acompañamiento seguro del grupo
Si estás leyendo esto y algo en tu interior dice “necesitamos un respiro”, este retiro puede ser ese punto de inflexión. Un regalo para ti, para tu pareja, para vuestro cuidado desde el amor y la atención. En el siguiente enlace tienes toda info, ahora mismo queda 1 plaza: retiro de parejas Íntimas Conexiones.
Consejos para mantener la comunicación en pareja
Al regresar de un retiro o al realizar terapia, muchas parejas sienten la magia del espacio, pero luego la rutina restaura las viejas dinámicas. Si bien, aquí voy a darte algunas ideas para mantener lo vivido o crear hábitos sanos en tu comunicación en pareja:
- Micro-rituales de conexión diarios: aunque sean cinco minutos al día para mirarse, escucharse sin distracciones.
- Registro de avances: llevar un diario de pareja donde cada uno escriba una mejora que notó del otro.
- Refuerzos positivos frecuentes: decir lo que sí te gustó, cómo escuchó, qué gesto te hizo sentir validado/a.
- Chequeo mensual: revisar juntos si sienten que el modo de hablar ha cambiado, qué les cuesta aún hacer, qué les gustaría seguir explorando.
- Pedir ayuda si tropiezan: volver a terapia de pareja online para sostener el proceso. Cuando ya eres conscientes de qué necesitas, es fácil volver a pedir ayuda.
Decir “hablo y no me escucha” es una experiencia dolorosa, pero también es una invitación a revisar qué nos impide verdaderamente estar presentes el uno para el otro. El camino de la comunicación en pareja —especialmente cuando ya no fluye— requiere humildad, constancia y ganas de reinventar el vínculo.
Comunicar no es solo hablar, es ofrecer presencia, reconocer al otro como sujeto valioso y, juntos, construir puentes más sólidos día tras día.