5 Consejos prácticos para aceptar tu cuerpo

La aceptación corporal es uno de los temas más consultados en terapia. Vivimos en una sociedad sometida a cánones de […]

La aceptación corporal es uno de los temas más consultados en terapia. Vivimos en una sociedad sometida a cánones de belleza que cambian constantemente en mayor o menor medida. Medios de comunicación o redes sociales que nos bombardean con qué comer o cuáles son los platos más saludables. Selfies con filtros que buscan el más mínimo detalle para entrar en crítica o cuestión. Índices de masa corporal y básculas que se han quedado obsoletos teniendo en cuenta la evolución humana en la etapa actual. Cuando el mundo insiste en poner el foco en lo externo, se vuelve aún más valioso aprender a mirarnos con cariño. Aquí te dejo 5 consejos para aceptar tu cuerpo desde la amabilidad y la comprensión.

5 Consejos prácticos para aceptar tu cuerpo

A continuación, voy a tratar de exponerte prácticas de consulta y diversas situaciones con el fin de que puedas sentirte más a gusto contigo misma. Eso sí, trata de tener la mente abierta, no podemos encontrar soluciones mágicas. Aquí la lucha principal es más con tus pensamientos que con el cuerpo que habitas.

1. El cuerpo que habitas te permite vivir

Sé que puede sonarte a recomendación vacía, pero la frase es súper potente. Trae mucha consciencia y eleva tu sentir. Piensa que gracias al cuerpo que habitas, estás aquí. ¿Te gustaría tener otro tipo de físico? Si has respondido que sí, te invito a hacerte la siguiente pregunta: ¿crees que serías más feliz?

La respuesta, aunque creas que es “sí”, te diré que será un “no”. ¿Por qué? Porque las personas que tú consideras que tienen el “físico más normativo” tampoco están a gusto consigo mismas.

La mayoría de las personas viven obsesionadas con algún aspecto de su físico. Puede ser el pecho, la barriga, los brazos, el culo, el pelo… Cualquier parte del cuerpo sirve por excusa.

Es más, he tenido personas en terapia que se han realizado operaciones o liposucciones y, aún así, han quedado descontentas con su cuerpo. Después de haber pasado por estos procesos han vuelto a consulta diciendo “pensaba que la operación solucionaría mis problemas”. No es así, es el cambio de pensamientos.

2. Comienza a agradecer en lugar de quejarte

Aceptar tu cuerpo consiste en agradecerle el estar viva. Los seres humanos ponemos muchísimo foco de atención en la queja, en lo negativo, en lo que no nos gusta. En lugar de comenzar a poner foco en lo que de verdad nos va bien.

Es como si nos hubieran programado solo para fijarnos en lo malo.

Lo curioso de todo esto es que tú puedes reprogramar tu mente. Eso sí, necesita tiempo, paciencia y repetición. Ahí está la clave de lo que en psicología llamamos “reestructuración cognitiva”.

Un cambio de pensamiento por otro. Si bien, comencemos por lo más fácil.

Cada vez que tu cabeza te diga frases del estilo:

“Buff, estoy gorda”

“Ya no me sirven estos pantalones”

“Es que no tengo pecho”

“Como me gustaría tener el pelo más liso”

Trata de crear un pensamiento de agradecimiento o positivo, aunque no te lo creas de primeras. Nos pueden servir los siguientes:

“Gracias a mi cuerpo por permitirme vivir”

“Voy a comprarme unos pantalones que me hagan culazo”

“Amo mi pecho”

“Mi pelo es natural y salvaje, ¡libre!”

Si te estás leyendo este artículo dale una oportunidad a lo que aquí cuento. Te aseguro que si lo pones en práctica cambiará tu perspectiva sobre tu físico.

3. Eres más que tu cuerpo

consejos para aceptar tu cuerpo

De hecho, lo más importante NO está en él, está en tu SER.

Si me conoces un poco, sabrás que la parte espiritual es prioritaria para mí. Si no sabes mucho sobre mí, te sugiero ir a ver mi Instagram o venir a alguno de nuestros retiros de mujeres para comprender de lo que hablo. Especialmente, en este mes de octubre vamos a hacer un retiro revolucionario “Mujer Salvaje”. En él, vamos a fomentar la aceptación corporal y el amor propio.

El cuerpo es un vehículo para vivir en este plano y disfrutar de esta vida. La vida que estás viviendo es una elección tuya pasada, en la que tendrás que ir pasando por diferentes adversidades. Sé que a veces es cansino estar siempre aprendiendo, pero la vida se trata de eso; de aprendizaje.

En lo que sí debes poner atención es en romper las adicciones que te impiden avanzar. Estas son anclas que no permiten a tu alma evolucionar. Si no las aprendes en esta vida, te tocará vivirlas en la siguiente. Por eso es tan importante aprender a vivir en paz, en armonía y tratando de ser amable con los demás.

4. Mírate al espejo con compasión

¿Cuándo fue la última vez que fuiste amable contigo misma? ¿Qué reconociste tus logros? ¿Tus méritos?

Puede que seas una persona exigente, que siempre quiera más. Lo que sucede con este perfil de personalidad es que cuando consiguen algo, no lo valoran. Piensan que es “normal”. Así que, lo obvian y pasan al siguiente nivel o siguiente tarea. Esto es un error.

Lo que sucede es que viven la vida como si fueran autómatas. No la valoran. No la viven. Sacan el látigo día sí y otro también y no tienen un ratito para sentarse con amor.

Mi recomendación en este punto es que te sientes delante de un espejo. Una vez lo hagas, te mires a los ojos. Si te sientes incómoda y rara, ten presente que es normal. No estamos habituadas a parar, menos a sentarnos a solas con nosotras mismas.

Puedes ponerte una alarma de cinco minutos si esto es un gran desafío para ti. Así evitas la tentación de escapar, de coger el móvil y hacer otra cosa. Permanece ahí cinco minutos y ve qué sucede.

Puedes decirte lo maravillosa que eres. Lo valiente que estás siendo por afrontar esta situación. Agradecerte el dar este paso tan gigante. El dedicarte este tiempo consciente y de calidad.

De verdad, necesitas tratarte con más amor y no con tanta exigencia. Y esto, nos lleva al último punto de este artículo.

5. Tratarte con amor sin juicio

Por si no te has dado cuenta, hemos ido in crescendo de complejidad. Los primeros dos consejos son básicos para comenzar. Ahí plantamos semillas de consciencia. Ahí comienzas a ver cambios.

Al comienzo tu cabeza, tu mente, lo que yo llamo “ego”, te atormentará. Después irá bajando de intensidad y cada vez te hablará menos. El parloteo cesará y ahí, comenzarás a vivir. Si bien, ten presente que no puedes bajar la guardia. Tu mente está habituada a generar pensamientos negativos. Frases lapidantes que hacen tu vida más difícil. Así que, la reprogramación y la consciencia, deberán estar presentes.

El tratarte con amor sin juicio se centra en abrazarte. Abrazar tu humanidad. El que habites un cuerpo, estar viva. El que te gusten unas partes más que otras. Permitirte descansar. Amar hacer deporte o moverte un poco. Ser consciente de que a veces te apetece comerte una sopa calentita, otro día un plato de pasta de lentejas y otro un trozo de chocolate.

Se trata de ser flexible.

No te recomiendo seguir dietas estrictas ni horarios imperdonables. Tampoco castigar tu cuerpo, ni tu mente. Me gustaría invitarte a sentirte, a escucharte. A preguntarte qué sientes y que necesitas en todo momento.

¿Te apetece una siesta? ¿Una clase de deporte? ¿Hay algún deporte que te guste más que otro? El movimiento es necesario, pero debes encontrar el que vibre contigo.

¿Y la comida? ¿Es un placer o es un castigo? ¿Cuál hace que tu cuerpo se sienta más vital?

¿Cuáles son las actividades que resuenan contigo? ¿Pintura, un club de lectura, clases de patinaje?

El gran termómetro de todo esto es tu cuerpo, tu ser. Las terapeutas, como es mi caso, solamente podemos guiarte, acompañarte. Eres tú quién debe descubrir qué le gusta más. Además, puedes probar.

Por favor, esto es como la terapia. Siéntete libre de probar una sesión, una clase. No tienes obligación de volver a ningún lugar. Aquí, lo más importante de todo es que aceptes tu cuerpo, tu ser y comiences a vivir de forma plena.

Recuerda que puedes dejarnos un comentario contándonos cómo te han ido estas prácticas.

Un abrazo grande!

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